DISQUISICIONES METAFÍSICAS Y BIOQUÍMICAS

  Para la celebración de las Fiestas Patrias, el Presidente de México hizo una invitación a una persona, respetable, pero que yo no quise y no querré verlo en un evento público y tan importante para México.   El invitado fue el Presidente de Cuba:   Díaz Canel y si no fuera suficiente fue el orador en el desfile del 16 de septiembre.    Me pregunté si sería un episodio de los Simpson o de la Dimensión Desconocida o si fue un mal sueño por los sopes, tlacoyos, quesadillas (con y sin queso,  como debe ser!) y pozole y, claro, Tequila y Mezcal y sotol y charanda y ........    Pero no. ¿Por qué el ínclito Presidente Mexicano no hizo una consulta y nos preguntó si aceptábamos y compartíamos su gusto e interés para invitar al Presidente Cubano? Finalmente,  así son las cosas en este período, a pesar de que nos ofreció Otra Cosa y reiteró que NO NOS IBA A FALLAR (¿será que oímos o entendimos mal?).

  ¿Por qué el presidente L. Obrador argumenta en temas que no le interesan o no le importan o no quiere ni oir,  que no va a involucrar o comprometer la investidura presidencial?    Pero permite otras muchas situaciones, desde las simples y olvidables a otras muy relevantes y ahí no menciona la susodicha investidura. Ojalá pudiera acceder a una receta de pastillas de Valemadrina Compositum o haber estudiado después de  la década de los 80,   para preocuparme de cuestiones relevantes como los duelos del américa con el cruz azul o los bailes sensuales de Lyn May o lo divertido que era el Chavo del 8 o la Carabina de Ambrosio y su baile de apertura o la Ensalada de Locos y Nada MÁS!