Mexicanerias 10
Ilustración del poder de compra, real. |
Inflación. Otra más de lo mismo. Algo tan simple como la compra de los insumos para la cotidianeidad en el hogar: las compras en la tienda y en el mercado o tianguis. En la semana que terminó el día 28 (de mayo, si, de 2017), los totales de las compras fueron significativamente mayores a lo habitual. Estimo que fue alrededor de 30% más; no hubo compras excepcionales o extraordinarias, no compré pantallas, estéreos, laptops, relojes rolex, perfumería francesa o alguna nadería de ese tipo. NADIE de los “responsables” o “encargados” en la sociedad mexicana –gobierno o empresas- ha declarado formalmente sobre el tema; los comentaristas y analistas (cualesquier cosa que esto signifique) han revisado la cuestión y sólo leen lo que les indican, seguramente porque ellos “no compran las tortillas” (Quique dixit) y porque e$tán convencido$ de que €f€ctivam€nt€ no pasa nada. El gobierno tiene salarios y bonos y prestaciones de tal magnitud que nada les afecta su economía; finalmente el infelizaje es el que sufre estos sobresaltos (pero bien lo dijo Reagan –si Ronaldo-: Quien nos manda ser pobres!). El día 30 de mayo, burócratas de nivel, como el de hacienda o el del banco de México, declararon que la inflación puede seguir subiendo pero ………………… que el año que viene se va a estabilizar y va a tomar su nivel. Lo que no dicen los MN (malnacidos, a los que se les olvida) es que los ingresos de cualquier fuente (lícita, por supuesto) valdrán menos y no se recuperarán. Amén de bastardos, mienten y son cínicos extremos; finalmente somos una “pinche” cifra por ser “pinches güeyes, jodidos”. Lo peor es que aceptamos esta condición o nos vale gorro.
Tiburones. El domingo 14 de mayo se
publicó la nota de la muerte a balazos (como si fuera un simple policía o un
huachicolero) en Veracruz. La Profepa
(cualquier cosa que esto signifique) dijo que No se podía investigar nada, ellos no pueden nada, tampoco quieren hacer nada y menos a unos pinches tiburones, a ver ¿pa´que sirven?, digo,
¿sirven p´algo? Si lo
mataron, pos quiagan bacalado
veracruzano, no?
Metro.
a) Estaciones remodeladas. En las estaciones recién remodeladas ya se
puede observar el síndrome del gandalla.
Los cambios en iluminación,
escaleras, pisos, paredes,
torniquetes; en conjunto hacen más
agradable la estancia dentro de la estación;
pero trajeron entes de algún basurero o vertedero de mugre química o
nuclear y ya se percibe el paso de dichas cosas, que acceden al servicio, basura en el piso, chicles pegados en el mismo, huellas manales (de manos, pues!) en las
paredes –los paneles nuevos-. A mi
parecer, el hecho de renovar una
estación contribuirá a hacer más amable el rato que pase en la estación: limpio, ordenado; pero
otras entidades piensan diferente, con
la visión de: Me vale Madre! La pregunta
que se me ocurre es: ¿para qué salen de
su alcantarilla?
b) Pedigüeños.
En varias estaciones por las que transito, encuentro un número de limosneros, especialmente ancianos. Los hay con distintos grados de deterioro y
la duda que surge es si realmente necesitan el dinero o esta es una ocupación
(muy) lucrativa para ellos o para sus familiares. De mi infancia recuerdo que mis padres,
invariablemente, les daban una moneda –grande o chica-, porque los limosneros si requerían esa
moneda. Ahora se encuentra gente que,
al recibir la moneda, revisa la denominación y si es muy baja hacen un gesto de
desagrado. Por ello, al encontrar uno de estos personajes los
ignoro, para que no se molesten ni yo
tampoco.
Burocracia. El 15 de mayo se reunieron
varias entidades gubernamentales para conformar un grupo de coordinación para
el combate al robo de combustible (¿?).
El lector no se rió, así que
asumo que no era chiste o una nota absurda,
de las que aparecen eventualmente.
Si la intención es resolverlo,
se debe asignar a un responsable,
con toda la autoridad y coordinar con quien deba para solventarlo, incluyendo el tan sobado y manido tema de los
derechos humanos de los infractores (antisociales,
les dicen o decían en Colombia). Porque
después vamos a enterarnos que personajes relevantes participan de estos hechos
y entonces, se debe aparentar que se intenta resolver el problema (ya empiezo a
escribir como ellos), pero es la
solución Gatopardo. ¿Será que Lampedusa era Mexicano o con una
alta proporción de DNA mexica?
Porque los millones de pesos en los robos y
desperdicios y las pérdidas de transportes y de todo lo demás, incluyendo vidas
humanas (normalmente los infelices peones que sacan o transportan el producto o
que son carne de cañón) todo es irrelevante,
porque el balance termina siendo positivo para los que manejan los hilos
de la operación: Y, si hay ganancia, lo demás,
A quién le importa? (Alaska
y Dinarama, dixit!)
Periodistas. El mismo 15 de mayo
asesinaron a un periodista sinaloense (Javier Valdez) quien escribía
principalmente sobre temas del narco.
En lo que va del año suman seis periodistas asesinados, principalmente porque incomodan con sus
notas y, a pesar de ser advertidos,
decidieron continuar con su labor;
tal vez asumieron que no debían cejar en su empeño con la verdad, al costo que fuera, aún si este implicaba su vida. En marzo mataron a tres periodistas: Cecilio Pineda en Guerrero, a Ricardo Monlui
en Veracruz, a Miroslava Breach en
Chihuahua. En abril murió Maximino
Rodríguez en Baja California Sur. En
mayo Filiberto Álvarez en Morelos y
Javier Valdez en Culiacán. En casi todos los casos hubo trabajos
relacionados con el narco, así el
trabajo de las personas ya va a requerir aprobación de grupos de interés. ¿Qué pueden investigar, qué pueden
dilucidar, qué pueden escribir?
En tanto una serie de personajes desperdigan
una pila de basura del intestino grueso:
Lamentamos el (adjetivos- para enfatizar el amplio vocabulario de los
personajes-) asesinato de un personaje preclaro y fundamental y (más adjetivos según el declarante) para el
periodismo y para el país (como se les va a pasar!); los personajes son de todos los colores y
posiciones políticas e intereses;
cuando hay orfandad y desvergüenza,
simularán empatía y pesar y duelo por una pérdida sensible para los
Mexicanos honestos; para los otros
puede ser, incluso, motivo de júbilo.
En algunos casos los imbéciles aducirán cuestiones personales,
amorosas, sexuales para enfatizar que su
muerte se puede relacionar a esto y no a su trabajo.
Chácharas. Una mañana de mayo, a bordo de un microbús estacionado (haciendo base, diría un experto), un diálogo de altura:
Un caminante frente a la
puerta del micro: Qué pasó Carnitas?
Operador (sentado, esperando la orden de salida): Qué
pasó Dientes?
El viandante siguió su camino, el operador siguió esperando!
Veramente,
un diálogo que iluminó las vidas limitadas de los que pusimos atención
al mismo (NO por chismosos, sino porque esperábamos que se moviera el micro -que conste!-). Gracias a la vida, diría la
inolvidable Violeta!
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