Picadura de Alacrán
Hace unos días estuve en León, Guanajuato, revisando y atendiendo varios pendientes. Uno que unos raterillos intentaron entrar en mi vivienda (pero no lo lograron) y además de revisar la situación dentro de la casa, se reforzaron puntos de acceso. Aunque ya sé que si van a entrar, finalmente lo van a lograr.
Aproveché para pagar algunos servicios y realizar algunas tareas domésticas.
En una de ésas (limpiado y trapeado de pisos), encontré una criatura que me dió la bienvenida de manera peculiar: Me regaló una picadura y, sí, era un alacrán! Traté de ser macho (ODM!) o sea: aguantar el dolor y repetir, como un mantra, No pasa nada, no me duele, ni me arde, ni nada! Pero al cabo de 10 minutos, la situación empezó a empeorar; llamé a una herencia del bonito -si, al 911, es decir al nueve once; nada de novecientos once- y la operadora muy profesional y capacitada, me dice al final: Váyase a la Cruz Roja. Llamé a un taxi, ya con el alien tratando de salir y me llevaron al hospital (de CR), pero en la entrada me dijo un vigilante, guardia o portero: No tenemos suero, váyase al Hospital! El hospital es el Hospital General de León. Pensé, debo estar en una vulcanizadora; pero un contertulio del vigilante, que resultó ser un taxista, se ofreció a llevarme, y también al alien, cada vez más inquieto y activo; llegamos, me cobró 60 % más por la corrida o viaje; yo creo que porque éramos dos pasajeros o porque me vió cara de viejo atacado por alacrán o no sé por qué.
En la puerta del hospital, tres guardias (privados, entre otra cosa de razón), preguntó uno Queseliofrece? Respuesta Me picó un alacrán; puso cara de circunstancia y me indicó: Páseleallí. (un módulo dónde se encontraban dos féminas, una revisando su celular y la otra con cara de resignación, porque llegó un vejete a quitarle el tiempo). Me preguntaron varios datos, los respondí y me indicaron que pasará a un consultorio, para otro interrogatorio por una doctora. Después me llevaron a una sala colectiva (había como 8 pacientes y pacientas -como diría el imbécil del gachupas, no, no es Juan Carlos I, sino el fots-). Tres o cuatro personas, entre doctoras y enfermeras, prepararon toda la parafernalia para mi curación, me asignaron a una discipula de H. Lecter y de Freddie Krueger y de Jason y del de Saw, para que me colocara la aguja en una vena de la mano izquierda y me hizo una perforación con desgarre, la ventaja es que estaba en el Hospital, me conectó la bolsa con suero y la mezcló con el (bendito) suero antialacránico. Después de una hora y media y tres rondas de preguntas de cómo me sentía, si no sentía pelos en la garganta, si no se me cerraba la misma, venturosamente no pasó nada de éso.
Otra doctora pidió que me dieran de alta, me dieron una receta de analgésicos y al quitarme la aguja, la misma discípula del mal, salió -literalmente- un chorro de sangre, que fue detenido con una gasa y un trozo de cinta adhesiva.
Regresé a casa, con dolor en la zona de la picadura y de la perforación (del alacrán y de la aguja), tomé café y me dormí. El dolor en ambas zonas duró alrededor de 10 días. Afortunadamente fue una experiencia más.
Reflexiones:
El 911 requiere personal capaz, informado, preparado y que tenga todos los datos de qué y a dónde deben acudir los solicitantes de atención médica. La señora, debió saber que la Cruz Roja, no tenía suero y que se debía acudir a otro hospital. Tampoco indagó si requería el uso de una ambulancia.
Los guardias del hospital general, deben estar atentos, ser más capaces y no estar en la pachorra del chisme y la plática de vigilantes.
Las personas de ingreso ser más ágiles y entender que los pacientes, vamos por necesidad, no porque nos aburrimos y/o no tenemos que hacer.
Las enfermeras deben estar capacitadas, para algo rutinario como aplicar una aguja para suero; tal vez la que me atendió haya sido una curtidora o antes hacía ladrillos.
La gente de transporte debería ser más empática y consciente, de que se acude al hospital por una urgencia, grave o muy grave, y cobrar una tarifa razonable.
Durango no es el paraíso exclusivo de los alacranes.
Una experiencia enriquecedora, que terminó bien. Reafirmando algunos valores nacionales y algunos municipales.
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