La 4 T

                                               (Suena como anuncio de tortería, no?)

A más de 2 meses y medio,  el convencimiento del amor, el cariño, los valores y demás muestras de afecto y respeto de las autoridades por los ciudadanos,   éstos no acaban de entender o aceptar que deben cambiar y aceptar los cambios,  emanados de ellos mismos.

1.   Semáforos.   Un sinnúmero de conductores siguen pensando que el rojo es una luz llamativa pero que no significa nada,  personalmente de 30 conductores que he visto 25 son mujeres.   Algo tan simple como la observancia de un reglamento que además implica que no se atenta contra la seguridad de los peatones;   ¿no es aceptado por dichos entes?   Con el agravante de que en muchos casos,  un oficial de tránsito atestigua dicha situación.

2.   Manifestantes.   Diversos grupos siguen cerrando calles, aduciendo su derecho a manifestarse y a no ser reprimidos.   La autoridad, sea quien sea,  hace absolutamente nada por retirarlos.   Las preguntas son:   ¿los otros no tienen derechos,   debemos aceptar que debemos reconocer que los protestantes de cualquier estado de la República pueden venir a aposentarse en Paseo de la Reforma, Cuauhtémoc, Bucareli o cualquier otra vialidad y trastocar la vida, los compromisos, el tiempo de muchos más que no tienen la más remota idea de porque le impiden circular?   No estoy pidiendo que salga una brigada de tanques a desalojarlos,  sólo que los retiren de ése impedimento de circulación y que los atienda quien deba y determine si sus protestas son válidas y requieren solución.  NADA MÁS.

3.   Invasores.   En distintos lugares de la ciudad de México hay distintos grupos,   que aduciendo "sus derechos humanos",  se posesionan de un predio abandonado o no ocupado,  esperando que les asignen la propiedad y les construyan departamentos;  porque es SU DERECHO;   cercano a mi domicilio hay dos o tres predios así:   Bucareli casi con Chapultepec, Turín casi con Versalles y Roma casi con Londres.   En dos casos se impide la circulación,  una en la acera o banqueta y otra dos tramos de calle cerradas:  Roma y Milán.   Autoridad,   dicen que si existe pero no la ejercen o no hay normas, reglamentos, procedimientos.   De ser procedente la ciudad, alcaldía o colonia debían tener la posesión de los predios y hacer algo en beneficio de la comunidad;   p.e. cuantas zonas verdes hay en la ciudad;  uno muy curioso fue cuando le robaron al Bosque de Chapultepec, algunos metros cuadrados de prados para construir edificios;   ¿pasto?,  si no somos conejos;  deben haber pensado! La construcción debió haber pagado buenos dividendos,  no?

Uno de los predios (Bucareli) ya fue reocupado.   Bien,  muy bien.

4.   Estacionamientos en avenidas.   En diversas vialidades,  se han definido carriles para bicicletas o para autobuses.   Algunos manejadores,  particulares o comerciales,  se estacionan por tiempos variables para distintas funciones;   el autobús puede pasarse a otro carril,   finalmente si no lo quitan o le piden que circule,   ahí se queda;  en algunos casos hacen base,  como en Izazaga,  antes del metro Pino Suárez;   microbuses que van a Taller.       

5.  Ambulantaje.   Este es un tema pavoroso,  cada día surgen nuevos "empresarios, emprendedores, industriales" en distintos lugares de la ciudad,   asumo que en otras ciudades y lugares de los estados se presenta algo similar;  con el problema de que se "comen" los espacios públicos destinados al tránsito de peatones, que ocasionalmente deben caminar por el arroyo o definitivamente la calle,  para encontrarse con los anormales de los conductores que pueden arrollarlos.   Los puestos ambulantes no respetan reglas elementales:   espacios de tránsito,   aguas de desecho,  grasa -que además destruye el material de las aceras-, amén de los ruidos aturdidores mal llamados "música";   los riesgos por los tanques de gas,  los cazos o tinas de fritura, la electricidad -tomada de postes y con cables sobre el piso,  en contacto con los peatones-.   Además de posibles enfrentamientos entre grupos rivales,  en medio de los que nos pueden sorprender.  También se nota la confabulación de distintos grupos para el control de los ambulantes y, declaraciones de comerciantes,  productos robados se comercializan en el ambulantaje.             

Lo mejor (o lo peor) de todo es que cada uno de nosotros tiene sus opiniones, gustos, enojos,  sin embargo en situaciones que nos afectan a todos parece que las dejamos pasar y literalmente no hacemos algo.   Esperaría que se pudiera compartir opiniones y comentarios;   sin embargo los escritos míos sólo serán leídos por mí.   Bien hecho.