Elecciones Estadounidenses y Leyes Mexicanas

 

Elecciones.

El 3 de noviembre se realizaron formalmente las elecciones en los EUA,  aunque semanas antes inició la votación anticipada y el día 6,  no hay certeza absoluta de quién ganó, si Trump o Biden.  Se menciona que por Biden han votado más de 70 millones de norteamericanos, en tanto que por Trump, más de 60;  pero la curiosa curiosidad de la Democracia estadounidense,  remite a varios entresijos (muy canijos!).   Uno no hay una autoridad electoral federal que que califique y valide las elecciones;  cada estado tiene sus leyes y sus autoridades.  Dos, los estados tienen Votos Electorales (?) que dependiendo de muchas consideraciones,  casi de los inicios de los EUA, persisten y el que acumula 270 votos electorales, gana la presidencia.  O sea,  un ciudadano normal de otro país, debe cursar un posgrado y un postdoctorado para entender dicha entelequía;   cuando lo normal sería;  el que obtuvo MÁS votos "ciudadanos" es el presidente y debe existir una Oficina Electoral que valide que el proceso fue legal y no hubo trampas o triquiñuelas.

Pregunta:   ¿Cuando alguno de los presidentes norteamericanos hablan de establecer la democracia en un país (normalmente que tiene materias que los estadounidenses quieren o necesitan, pero que tienen "dictadores" o presidentes que no pactan o transan con ellos),   les transfieren su sistema "democrático" como lo conciben y lo viven ellos o lo hacen bien? 

Leyes.

Recién anunciaron la Ley Olimpia,  una ley que protege a víctimas -generalmente mujeres- de acoso informático o cibernético.  Esto es plausible y, creo que nadie estaría en contra de éso, pero hay un gran número de situaciones que igualmente demandarían que los necios y absurdos de los "legisladores" se abocaran a trabajar:   Leyes para proteger a mujeres amenazadas, leyes para contar con personal capacitado y refugios para cuidar a mujeres, leyes para evitar y combatir la sustracción de personas,  así como leyes que garanticen que ningún funcionario puede sustraer recursos públicos y que no sean encarcelados,  por que son delitos NO graves, leyes que impidan que un supuesto colaborador,  va a contar graves daños a la Nación y no pisa la cárcel,  leyes que recuperen los bienes robados y que bajo ninguna situación se les reintegren (p.e.  el hermano de Salinas, la maistra Elba Esther, al parecer el señor Duarte y un largo etcétera;  así se explicaría y justificaría el raro Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado).

Legisladores.

Teóricamente México tiene 500 diputados y 128 senadores (al menos en el papel,  le podríamos enseñar algunas cosas a los romanos antiguos, no?).   Cuando se votan leyes u otros acuerdos,  el resultado nunca suma 500 y/o 128;  nunca se ha explicado por qué la diferencia.  En otras naciones,  tienen sistemas legislativos más escuetos, pero más efectivos -hace poco, leía de una diputada por Veracruz, que mencionaba que había hecho sus estudios en una academia de corte y que tenía experiencia en ventas-, otra vez apareció un video de una diputada -no recuerdo si estatal o federal- que no podía leer.  

Si el presidente López Obrador,  no se preocupa por crear la estructura legal que le dé sustento a lo que pretende cambiar,  el siguiente sexenio muchas -si no todas- se perderán por que no pasaron de ser buenas intenciones y no olvidemos que el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones. 
















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