Carlos Fuentes
El día 11 de noviembre de 1928 nació uno de los hombres a quien admiro y respeto como una inteligencia clara, brillante, crítica, ágil, envidiable; una persona que pudo haber nacido con cualquier nacionalidad y hubiera sido extraordinario, y tuvimos la fortuna de que fuera Mexicano; nació en Panamá en virtud de la misión diplomática de su padre; pero ese es uno de los tantos sucesos sobre los que no tenemos control que quedan fuera de discusión. Amén de que siempre se considero mexicano.
Habrá quien lo considere un escritor o intelectual o persona pública con x, y o z características y que no les gusta, no lo entienden, que escribía para grupos o élites o qué se yo. Sin embargo creo que no sólo como novelista, ensayista, sino como un pensador mexicano debemos estar orgullosos de personajes como él. Por supuesto hubo zonas oscuras, como su creencia de que Echeverria (70-76) sería el presidente que necesitábamos y ................. no; pero muchos pensaron que el desquiciado ese podría ser lo que necesitaba el país, tal vez las propuestas eran adecuadas, la ejecución no; pero esa es otra historia (Michael Ende, dixit), otro aspecto es que, entiendo, que no hubo mucha interacción con estudiantes mexicanos de manera formal, como en cursos regulares, a diferencia de universidades del extranjero en que participaba en cursos y seminarios de manera regular y seguramente habrá otros pero que, a mi modo de ver, no disminuyen su capacidad, su talento, su brillantez y nos dan a otros un motivo de saber que no todo está perdido, que personas de talento deben posibilitar que México pueda tener futuro.
Uno de sus últimos comentarios públicos fue a raíz de la confusión del señor Peña en la Feria de Guadalajara en que confundió títulos y autores, uno de los libros era de C Fuentes La Silla del Águila. La opinión de CF fue que el señor podía leerlo o no, le podía gustar o no; pero que lo mostrado -no sólo en ese evento, sino en otros muchos- no ameritaba que lo hicieran Presidente de la República. Desafortunadamente por la mágia, por el fraude, por ser un bombón o sabrá Dios porque artes es el actual presidente: continúan los problemas, los robos, la inseguridad, el crimen, el desempleo, la simulación, la (falta de) economía, los errores grandes y pequeños, notables o comunes; como la recién entregada Medalla Belisario Domínguez a un capitán de industria, que no sé si pasara la prueba del ácido, aunque sea muy diluido para evidenciar su mexicanidad y sus compromisos con la nación y su proyecto (y su riqueza, espero bien habida).
Retomando el tema de Carlos Fuentes, sólo debo reiterar mi afecto, mi agradecimiento y mi admiración por un Mexicano universal.
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