Candidatos
En la etapa final de las campañas, nos atiborran de su basura espiritual, intelectual, política y social; declarando cuanta sandez se les ocurre; lo peor es que hay muchos receptores activos y crédulos; por el cemento, el tinaco, la despensa o lo que les den; el (tristemente) famoso ine del inefable dandy del voto, similares y conexos les entrega a los partidos políticos una bolsa de casi 30 mil millones de pesos, si muchos mil millones de pesos; en tanto las carencias reales de las personas reales persisten y, en algunos casos crecen.
Los imbéciles de los legisladores pasados, presentes y futuros, mantendrán la condición, por que les favorece: debiendo hacer leyes para limitar los partidos, para acortar las campañas -quitando la estupidez de antecampañas, precampañas, minicampañas, intercampañas y, finalmente, campañas-, de casi 9 meses, 9 meses de tortura para gente que nada debe ni teme, pero que paga, gracias al dandy y el ganador tomara posesión 5 meses después. Es decir debiésemos optimizar todos los recursos para cualquier elección y contar con leyes claras, eficaces e inteligentes; el país lo merece.
Además la figura, limpia en apariencia, de los candidatos independientes que son muchas cosas menos pulcros y comprometidos: el señor Kumamoto declaró que sería diputado todo su período, que no brincaría a otra posición y a los dos años, pidió licencia para .............. buscar la senaduría -para mejorar el país (?)-; pero eso si es muy limpio, cumplido y congruente (uff!).
Es indignante el trato de subnormales que nos dispensan los burócratas y demás laya, gastando como si fuéramos la Comunidad Europea (todos los 28 países) o tuviéramos un Rey Midas y que además el dinero nos hiciera daño y debiésemos deshacernos de él.
Los parásitos que buscan seguir medrando con los recursos públicos de todos tipos, colores, nombres; ofrecen TODO, sabiendo que no cumplirán, al fin que los pinches indios (el dandy dixit) ya estamos acostumbrados.
Finalmente los que ganen, en todos los niveles mantendrán el status quo, para beneplácito de los poderosos del país y de sus marionetas que buscaran ser arropados por la élite; al fin que el país, seguirpa como Prometeo hasta el fin de los tiempos.
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