CARLOS FUENTES
CARLOS FUENTES
(Ciudad de Panamá, 1928 [11 de noviembre] -
México, 2012 [15 de mayo]).
Narrador y ensayista mexicano,
uno de los escritores más importantes de la historia literaria de su país.
Figura fundamental del llamado boom de la
novela hispanoamericana de los años 60, el núcleo más importante de su
narrativa se situó del lado más experimentalista de los autores del grupo y
recogió los recursos vanguardistas inaugurados por James Joyce y William
Faulkner (pluralidad de puntos de vista, fragmentación cronológica, elipsis,
monólogo interior), apoyándose a la vez en un estilo audaz y novedoso que
exhibe tanto su perfecto dominio de la más refinada prosa literaria como su
profundo conocimiento de los variadísimos registros del habla común.
Carlos Fuentes
En lo
temático, la narrativa de Carlos Fuentes es fundamentalmente una indagación
sobre la historia y la identidad mexicana. Su examen del México reciente se
centró en las ruinosas consecuencias sociales y morales de la traicionada
Revolución de 1910, con especial énfasis en la crítica a la burguesía; su
búsqueda de lo mexicano se sumergió en el inconsciente personal y colectivo y
lo llevaría, retrocediendo aún más en la historia, al intrincado mundo del
mestizaje cultural iniciado con la conquista española.
Su éxito
se inició con dos novelas temáticamente complementarias que trazaban el crítico
balance de cincuenta años de "revolución" mexicana: La región más transparente (1958), cuyo
emplazamiento urbano supuso un cambio de orientación dentro de una novela que,
como la mexicana de los cincuenta, era eminentemente realista y rural; y La muerte de Artemio Cruz (1962), brillante
prospección de la vida de un antiguo revolucionario y ahora poderoso prohombre
en su agonía. Ambas obras manejan una panoplia de técnicas de corte
experimental (simultaneidad, fragmentación, monólogo interior) como vehículo
para captar y reflejar una visión compleja del mundo.
Biografía
Carlos Manuel Fuentes Macías fue un
escritor mexicano nacido en la Ciudad de Panamá el 11 de noviembre de
1928, fue hijo del diplomático Mexicano Rafael Fuentes Boettiger y de Berta Macías
Rivas, es el primero de dos hermanos de este matrimonio.
Hijo de un diplomático de carrera, tuvo una
infancia cosmopolita y estuvo inmerso en un ambiente de intensa actividad
intelectual. Su infancia fue errante pues su padre
como diplomático pasó de Panamá a Ecuador el mismo año de su nacimiento
terminando en 1932 en Rio de Janeiro, volviendo en 1933 a la ciudad de México
para ocupar el puesto de secretario de la regencia del Distrito Federal el cual
por razones éticas decidió salir de ese cargo, volviendo a la diplomacia,
siendo trasladado en el mismo año de 1933 a Washington Estados Unidos; en los
años 40 se trasladaron nuevamente a Centro y Sudamérica, llegando en 1941 a
Chile, después a Argentina en 1942.
Fue uno de los escritores más importantes de todos
los tiempos en el conjunto de la literatura de su país. Figura dominante en el
panorama nacional del siglo XX por su cuidadosa exploración de México y lo
mexicano, a través de una obra extensa y que se servía de un lenguaje audaz y
novedoso capaz de incorporar neologismos, crudezas coloquiales y palabras
extranjeras, su propuesta se sumergió en el inconsciente personal y en el
colectivo, y trasladó con vigor a las letras mexicanas los mejores recursos de
las vanguardias europeas.
Regreso a México:
A causa de la guerra, se trasladaron a
México su madre, su hermana y él, llegando a México con 16 años de edad
culminando sus estudios en el Colegio México: Preparatoria,
Historia y Geografía de México.
Se inició como periodista colaborador de la revista Hoy y obtuvo el
primer lugar del concurso literario del Colegio Francés Morelos (hoy Centro
Universitario México).
Ya tenía inicios en la literatura y en
la escritura, pero su familia no le auguraba un modo de vida en ella, por lo que ingresó a la carrera de Derecho
en la Universidad Nacional Autónoma de México en la antigua escuela de
Jurisprudencia de dónde se licenció en Derecho, en 1950 viajó a Suiza y realizó estudios doctorales en
Derecho Internacional en la Universidad de Ginebra
Tras regresar de Suiza Carlos fuentes
encontró acogida en una agrupación que se llamó “Generación de medio siglo”
este grupo se formó por la juventud con inquietudes intelectuales y políticas,
creando este grupo una revista a la que llamaron “Medio Siglo”.
Su vida
estuvo marcada por constantes viajes y estancias en el extranjero, sin perder
nunca la base y plataforma cultural mexicanas. En la década de los sesenta
participó en diversas publicaciones literarias. Junto con Emmanuel Carballo
fundó la Revista Mexicana de Literatura, foro abierto de
expresión para los jóvenes creadores.
A lo
largo de su vida ejerció la docencia como profesor de literatura en diversas
universidades mexicanas y extranjeras, y se desempeñó también como diplomático.
Impartió conferencias, colaboró en numerosas publicaciones y, junto a la
narrativa, cultivó también el ensayo, el teatro y el guión cinematográfico.
Algunos de sus ensayos de tema literario fueron recopilados en libros
como La nueva novela hispanoamericana (1969) y Cervantes o la crítica de la lectura (1976).
A los veintiséis años se dio a conocer como
escritor con el volumen de cuentos Los días enmascarados (1954),
que fue bien recibido por la crítica y el público. Se advertía ya en ese texto
el germen de sus preocupaciones: la exploración del pasado prehispánico y de
los sutiles límites entre realidad y ficción, así como la descripción del
ambiente ameno y relajado de una joven generación confrontada con un sistema de
valores sociales y morales en decadencia.
Carlos Fuentes
Mientras trabajaba para mantenerse en la
Secretaría de Relaciones Exteriores,
durante esta década de los 50 Carlos Fuentes se relacionó con Octavio
Paz, creando y publicando juntos la “Revista
Mexicana de Literatura”, que vio la luz en 1956. Aparentemente la influencia intelectual de
Octavio Paz y la influencia política de Carlos Fuentes permitieron que esta
revista albergara artículos de alto nivel mexicano y de otros países.
En 1957 se casó con la actriz Rita
Macedo y abandonó el servicio público en el año de 1958 dedicándose a la
escritura, comenzando su primer Novela que se enfocó en la Ciudad de México, escribiendo
entonces “La región más transparente” que se publicó el mismo
año, posicionándolo como un gran
escritor a sus 30 años de edad al haber relatado una crítica excepcional de la
ciudad.
La crítica que hizo Julio
Cortázar del libro comenzó una gran amistad que influyó mucho en la
trayectoria de Carlos Fuentes.
Tras la revolución cubana, Carlos
Fuentes junto con otros intelectuales mexicanos y latinoamericanos se reunieron
en La Habana celebrando el acontecimiento.
El apoyo a las políticas de Cuba produjo
su despido de la Revista Novedades siendo aceptado junto con otros escritores
en la revista Siempre y su apoyo a esta política revolucionaria también
produjo el desprecio del gobierno Norteamericano que lo tachó de extranjero
Indeseable.
Durante los años sesenta vivió en París, Venecia,
Londres y México.
En 1962 y siendo padre de su primer hija
Cecilia, publicó su novela “La muerte de Artemio Cruz”, resaltando en el
ámbito internacional, pues criticó a la revolución mexicana y sus líderes de
época, convirtiéndose en la obra más leída dentro y fuera del país.
Por su impacto desato el auge de la
literatura mexicana en la década de 1960. Ya para 1962 la publicación de la
novela “Aura”, que nuevamente lo pondría en polémica años después.
La novela “Cambio de Piel” fue
censurada en España debido a la polémica y crítica que hacía hacia el gobierno
Franquista, siendo publicada hasta después del fin del gobierno franquista.
El conflicto de 1968 y Carlos Fuentes:
El conflicto de 1968 le tocó en Francia,
donde percibió una política reformista, pero el criterio es que no es igual al
de Francia aunque tuvieron el mismo origen, en México fue más político y
regresó a México.
En los setenta estuvo en el Instituto Woodrow
Wilson de Washington. En 1972 se
convirtió en miembro de El Colegio Nacional: fue presentado por el poeta
Octavio Paz y su discurso de ingreso se tituló "Palabras
iniciales". Fue embajador de
México en Francia (1972-1978).
Ya separado de Rita Macedo conoció a
Silvia Lemus casándose en enero de 1972, naciendo en agosto de 1973 su hijo
Carlos Rafael, quien sufrió de hemofilia, al año siguiente nació Natacha.
En 1974 también publicó la “Novela Terra
Nostra” que fue considerada muy complicada, para 1975 se convirtió en embajador
de Francia.
En 1978 renunció a la embajada, en el
momento en que Gustavo Díaz Ordaz fue nombrado embajador de México en
España. El Expresidente fue el
responsable de la represión y los asesinatos del movimiento estudiantil del
68, que culminaron con el gran crimen de
Tlatelolco.
En 1984 recibió el Premio Nacional de
Literatura en México
En 1985 terminó la novela “Gringo
Viejo”, que fue llevada tres años después al cine, actuando Gregory
Peck y Jane Fonda.
En 1987 Carlos Fuentes recibió el premio
Cervantes recibiéndolo del Rey Juan Carlos.
Ya para 1994 se publicó “La edad
del tiempo”, siguiendo su ámbito de vida y recibiendo premios por sus
habilidades literarias.
Su familia sufrió la muerte a los 25
años de su hijo Carlos, quien sufrió un infarto en 1999.
En 2001 otra publicación salió al aire “En
esto creo” donde analizó al mundo y a la literatura.
En 2004 participó en el tercer congreso
de la lengua española, en Rosario Argentina.
En 2004 Carlos fuentes escribió uno de
sus libros más polémicos “CONTRA BUSH”, tratando de concientizar en
relación al candidato.
Vivió otra tragedia al presentarse la
muerte de su segunda hija Natasha, el 25 de agosto de 2005. Ya que fue encontrada muerta en el barrio de
Tepito, sin dar a conocer las causas de su muerte.
Tras estos tristes acontecimientos
Carlos Fuentes no cayó en la desidia, siguió escribiendo.
Carlos Fuentes realizó fuertes críticas
en 2006 a Andrés Manuel López Obrador precisamente por considerarlo no apto
para el cargo y en las elecciones de 2012.
Calificó plenamente como mediocres a los tres candidatos Presidenciales
de México asegurando que no votaría por ninguno de ellos. Posteriormente para la elección de
2012, comentó sobre Peña Nieto a raíz de
su comentario en la FIL de ese año y expresó que no podría ser presidente de
México una persona con esos atributos, independiente de su nivel cultural. Por supuesto que eso no evitó la elección de
Peña.
Además de su labor como literato destaca por sus
ensayos sobre literatura y por su actividad periodística paralela, escribiendo
regularmente para el New York Times, Diario 16, El
País y ABC.
Su intensa vida académica se resume con los títulos
de catedrático en las universidades de Harvard y Cambridge (Inglaterra), así
como la larga lista de sus doctorados honoris causa por las Universidades de
Harvard, Cambridge, Essex, Miami y Chicago, entre otras.
El escritor falleció el sábado 15 de mayo de
2012 a los 83 años en el Hospital Ángeles del Pedregal en la capital
mexicana.
La
región más transparente (1958)
Las
promesas de originalidad y vigor que ya se vislumbraban en Los días enmascarados se cumplieron plenamente
con La región más transparente (1958), un dinámico
fresco sobre el México de la época que integra en un flujo de voces los
pensamientos, anhelos y vicios de diversas capas sociales. La primera novela de
Fuentes supuso una ruptura con la narrativa mexicana, estancada en un discurso
costumbrista y en la crónica revolucionaria testimonial desde una óptica
oficialista. Con esta extensa obra acreditó el autor su vasta cultura, su
sentido crítico y su pericia y audacia como prosista, rasgos que muy pronto lo
convertirían en uno de los escritores latinoamericanos con más proyección
internacional.
La
región más transparente es
el gran mosaico de Ciudad de México, el retrato a la vez atomizado y gigantesco
de todas sus clases sociales a través del aproximadamente centenar de
personajes que constituyen su "protagonista colectivo", siendo el
verdadero protagonista la propia ciudad; así lo delata su mismo título, que
procede de una frase con la que Alexander von Humboldt describió el valle de
México.
Carlos Fuentes
La
primera secuencia es la presentación de sí mismo que hace Ixca Cienfuegos, e
inicia la novela con estas palabras: "Mi nombre es Ixca Cienfuegos. Nací y
vivo en México, D.F." Su voz, la primera en aparecer, se dirige a sus
iguales y a la ciudad. El hálito poético de su palabra dignifica su amargura y
su resignación ante el destino que los mexicanos como él están condenados a
padecer. La insistencia de frases como "qué le vamos a hacer"
refuerza el fatalismo que caracteriza a la mentalidad indígena y crea lazos
discursivos entre otros personajes marginados dentro de la misma novela. Su
parlamento finaliza con las siguientes frases: "Aquí nos tocó. Qué le
vamos a hacer. En la región más transparente del aire".
Otro
factor siempre presente en la obra es que el sacrificio ritual, como la
Revolución, cuyos ideales yacen ya enterrados en el olvido, sacrificó no a
todos sino a los de siempre, para mantener o encumbrar en su sitio a los
mismos. En ausencia de cualquier valor, los personajes son figurantes de un
teatro vacío; los pobres, los macehuales, están fatalmente destinados a
permanecer enclavados en la región más transparente del aire: dentro de la
miseria, sin porvenir, fuera de la historia, sin nombre.
La
muerte de Artemio Cruz (1962)
La
denuncia del fracaso de la Revolución se halla en la base de diversas obras de
Carlos Fuentes, y muy especialmente en La muerte de Artemio Cruz (1962),
una de las mayores novelas de las letras mexicanas. Sus páginas detienen por un
instante, con una prosa compleja de identidades fragmentadas, el flujo de
conciencia de un viejo militar de la Revolución de 1910 que se encuentra a
punto de morir, e indagan también en el sentido de la condición humana. El
magisterio de James Joyce (autor le que impresionó
profundamente) es patente en el uso del monólogo interior como técnica
narrativa fundamental; en el manejo del monólogo, Fuentes superó en esta obra
en complejidad (y acaso en riqueza) al mismo maestro.
Alegóricamente,
la historia de Artemio Cruz es la del nacimiento, implantación y muerte de la
Revolución mexicana; el antiguo revolucionario refleja el modo en que se
prostituyeron sus valores, subrayando que tal traición fue libre decisión de su
soberana voluntad y no de presiones históricas, aunque sí quizá de una
inquietante atmósfera común o de una huidiza naturaleza humana: el egoísmo, la
ambición, la sed de poder y riqueza lo movieron lo mismo que a tantas personas
de su entorno, carentes de todo escrúpulo.
Carlos Fuentes
Viejo,
rico y poderoso en la hora de su muerte, Fuentes relata la larga agonía de
Artemio Cruz y los episodios en ella evocados mediante el empleo riguroso y
sistemático del "yo", del "tú" y el "él". A
través del "yo" nos ofrece, en tiempo presente (la obra se sitúa en
el año 1959), el monólogo interior del antiguo revolucionario agonizante,
mientras que el "tú" corresponde a su subconsciente, que instruye al
moribundo acerca del futuro de sus elucubraciones mentales, y con el
"él" recuerda, por el contrario, la historia pasada de Artemio y de
quienes le rodearon o bien se rodeó en los distintos momentos de su vida.
Obra
posterior
Las
novelas reseñadas otorgaron a Carlos Fuentes un puesto central en el llamado boom de la literatura hispanoamericana. Dentro de
aquel fenómeno editorial de los años 60 que, desde España, daría a conocer al
mundo la inmensa talla de los nuevos (y a veces anteriores) narradores del
continente, Carlos Fuentes fue reconocido como autor de la misma relevancia que
el colombiano Gabriel García Márquez, el
argentino Julio Cortázar o el peruano Mario Vargas Llosa.
Entre las
dos novelas mencionadas, sin embargo, se sitúa una obra de andadura realista y
tradicional: Las buenas conciencias (1959),
que cuenta la historia de una familia burguesa de Guanajuato. Esas obras
iniciales cimentaron un ciclo denominado por el autor "La edad del
tiempo", obra en constante progreso a la que se fueron sumando diversos
volúmenes. Espíritu versátil y brillante, Fuentes tendió a abordar en obras
ambiciosas y extensas (a veces incluso monumentales) una temática de hondo
calado histórico y cultural; la novela es concebida entonces con máxima
amplitud, como un sistema permeable capaz de integrar elementos en apariencia
dispersos pero dotados de poder evocativo o reconstructor.
Son de
destacar, en este sentido, Cambio de piel (1967),
con las abundantes divagaciones a que se abandonan cuatro personajes ante el
espectáculo de una pirámide de Cholula. Zona sagrada (1967)
retrata la difícil relación entre una diva del cine nacional y su hijo. Terra Nostra (1975), novela muy extensa que muchos
consideraron inabordable, es probablemente su obra más ambiciosa y compleja; en
ella llevó al límite la exploración de los orígenes del ser nacional y de la
huella española (el ejercicio del poder absoluto por parte de Felipe II) en las
colonias de América.
En Cristóbal Nonato (1987), inspirada en Tristram Shandy de Laurence Sterne, narró
el Apocalipsis nacional empleando la voz de un niño que se está gestando; este
sorprendente monólogo de un personaje no nacido se sitúa en 1992, año del
quinto centenario del descubrimiento de América, una celebración paródica en un
México corrupto y destrozado.
A esta
selección se agrega la novela corta Aura (1962),
historia mágica, fantasmal y extraña en la mejor tradición de la literatura
fantástica. Diverso carácter posee La cabeza de la hidra (1978),
que, bajo la modalidad de una novela de espionaje, trata sobre la corrupción de
la vida política mexicana; la "hidra" del título es el petróleo
mexicano, una riqueza natural que no genera prosperidad, sino dinero,
corrupción y esclavitud. Al igual que Gringo viejo (1985),
novela sobre la estancia y desaparición del periodista norteamericano Ambrose Bierce en el México revolucionario, fue
llevada al cine, como estelar Gregory
Peck y Jane Fonda.
Su
experimentalismo narrativo fue menguando con el curso de los años, como se hizo
perceptible en Diana o la cazadora solitaria (1994),
breve novela que recontaba su tormentosa relación con la actriz Jean Seberg. A
pesar de ello agregó a su obra títulos interesantes como Constancia y otras novelas para vírgenes (1990), El naranjo o los círculos del tiempo (1993)
y La frontera de cristal (1995), conjunto de
historias centradas en la línea divisoria que separa a México de Estados Unidos.
Posteriormente
publicó Los años con Laura Díaz (1999), Instinto de Inez (2001), La silla del águila (2003), Todas las familias felices (2006), La voluntad y la fortuna (2008) y Adán en Edén (2009). Ensayista, editorialista de
prestigiosos periódicos y crítico literario, escribió también obras de teatro,
como El tuerto es rey (1970) y Orquídeas a la luz de la luna (1982). Una
inteligencia atenta al presente y sus inquietudes, el profundo conocimiento de
la psicología del mexicano y una cultura de alcance universal hacen de su obra
un punto de referencia indispensable para el entendimiento de su país.
Obras
Novelas
- La
región más transparente,1958
- Las
buenas conciencias, 1959
- La
muerte de Artemio Cruz, 1962
- Aura,
1962
- Zona
Sagrada, 1967
- Cambio
de piel, 1967
- Cumpleaños,
1969
- Terra
Nostra, 1975
- La
cabeza de la hidra, 1978
- Una
familia lejana, 1980
- Agua
Quemada, 1983
- Gringo
Viejo, 1985
- Cristóbal
Nonato, 1987
- Constancia
y otras novelas para vírgenes, 1990.
- La
campaña,1990
- Diana
o la cazadora solitaria, 1994
- Los
años con Laura Díaz , 1999
- Instinto
de Inez, 2001
- La
silla del águila, 2003
- Todas
las familias felices, 2006
- La
voluntad y la fortuna, 2008
- Adán
en Edén, Alfaguara, México, 2009
- Vlad,
Alfaguara, México, 2010
- Federico
en su balcón, 2012.
Relatos
y cuentos
- Los
días enmascarados (6 relatos), 1954.
- Cantar
de ciegos (7 relatos), 1964
- Chac
Mool y otros cuentos (7 relatos), 1973.
- Agua
quemada (4 relatos), 1983
- Dos
educaciones, 1991
- El
naranjo (5 relatos), 1994.
- La
frontera de cristal, 1995
- Inquieta
compañía (6 relatos), 2004.
- Cuentos
fantásticos (8 relatos), 2007.
- Cuentos
naturales (6 relatos), 2007.
- Carolina
Grau (8 relatos), 2010
- Cuentos
completos (FCE), 2013
Ensayos
- Magic Lens. The Transformation of the Visual
Arts in the Narrative World of Carlos Fuentes, 2010
- The Shattered Screen. Myth and Demythification
in the Art of Carlos Fuentes and Billy Wilder, 2009
- La
nueva novela hispanoamericana, 1969
- El
mundo de José Luis Cuevas, 1969
- Casa
con dos puertas, 1970
- Tiempo
mexicano, 1971
- Cervantes o
la crítica de la lectura, 1976
- El
dragón y el unicornio: La tensión del pensamiento entre las antiguas
relaciones de sangre y las nuevas relaciones jurídico-estatales que
surgieron con la civilización. Coautoría Alejandro Carrillo
Castro (Cal y Arena 1980)
- Valiente
mundo nuevo,1990
- El
espejo enterrado, 1992
- Geografía
de la novela, 1993
- Tres
discursos para dos aldeas, 1993
- Nuevo
tiempo mexicano, 1994
- Retratos
en el tiempo, 1998
- Los
cinco soles de México: memoria de un milenio, 2000
- En
esto creo, 2002
- Contra
Bush, 2004
- Los
68, 2005
- La
gran novela latinoamericana, 2011
- Personas,
2012 (edición póstuma)
Teatro
- Todos
los gatos son pardos, 1970
- El
tuerto es rey, 1970
- Los
reinos originarios: teatro hispano-mexicano, 1971
- Orquídeas
a la luz de la luna,1982
- Ceremonias
del alba, 1991. Reescritura hecha por Fuentes en 1990 de Todos los
gatos son pardos; en esta reestructuración, introdujo nuevos personajes y
situaciones.
Argumentos
y guiones cinematográficos
- ¿No
oyes ladrar los perros?, 1974
- Pedro
Páramo, 1967
- Los
caifanes ,1966
- Un alma
pura,1965
- Tiempo
de morir, 1965 (en colaboración con Gabriel García Márquez)
- Las
dos Elenas, 1964
- El
gallo de oro, 1964 (escrito en colaboración con Gabriel García Márquez y
Roberto Gavaldón, a partir de una historia de Juan Rulfo)
Libretos
de ópera
- Santa
Anna, libreto para la ópera homónima sobre el político y militar
mexicano Antonio López de Santa Anna, del compositor cubano José
María Vitier.
Premios
y reconocimientos
·
Premio
Biblioteca Breve 1967
·
Premio
Mazatlán 1972
·
1976
Premio Xavier Villaurrutia
·
1977
Premio Rómulo Gallegos
·
1979
Premio Internacional Alfonso Reyes
·
1983
Doctor honoris causa por la Universidad de Harvard
·
1984
Premio Nacional de Literatura de México
·
1987
Premio Cervantes
·
1987
Doctor honoris causa por la Universidad de Cambridge
·
1992
Legión de Honor
·
1992
Premio Internacional Menéndez Pelayo
·
1994
Premio Grizane Cavour
·
1994
Premio Príncipe de Asturias
·
1994
Medalla Picasso de la Unesco
·
1996
Doctor honoris causa por la Universidad Nacional Autónoma de México
·
1999
Medalla Belisario Domínguez
·
2000
Doctorado honoris causa por la Universidad Veracruzana
·
2000
Doctor honoris causa por la Universidad Autónoma de Sinaloa
·
2001
Miembro de la Academia Mexicana de la Lengua
·
2002
Doctor honoris causa por la Universidad de Salamanca
·
2003
Gran Oficial de la Orden de la Legión de Honor de Francia
·
2004
Premio Real Academia Española de creación literaria 2004
·
2004
Doctor honoris causa por la Freie Universität Berlin
·
2008
Premio Internacional Don Quijote de la Mancha
·
2009
Doctorado Honoris Causa en la Universidad de Quintana Roo
·
2009
Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica
·
2009
Premio González Ruano de Periodismo
·
2009
Doctorado Honoris Causa en la Universidad de Veracruz
·
2009
Homenaje Nacional
·
2010
Doctorado Honoris Causa en la Universidad de Puerto Rico
·
2011
Premio Formentor de las Letras
·
2011
Doctorado Honoris Causa en la Universidad Michel de Montaigne
·
2012
Doctorado Honoris Causa en la Universidad de Baleares
COMENTARIOS FINALES
En la lista de
Efemérides de mayo no anoté el fallecimiento de Carlos Fuentes, un autor muy relevante a mis afectos y
simpatías. Lamento la omisión. Encontré a CFuentes durante mis estudios
superiores, así que en la lidia de la
Biología, Química: Inorgánica, Orgánica
(I,II,III), Analítica, Matemáticas (como 4),
Termodinámica, Ingenierías (como 10),
y un largo etcétera empecé a leer otros temas: otra vez El Quijote, algo de Shakespeare, algunos temas en boga en esos días: El Retorno de los Brujos, el incipiente García Márquez, Julio Cortázar
(De Famas y Cronopios), Juan Rulfo, y otras lecturas con más entusiasmo que con
método para llegar a Carlos Fuentes –mi primera lectura fue Los Días
Enmascarados con el relato extraordinario de Chac Mool- y otras fuentes de
conocimiento y cultura como Chanoc, los Supermachos, la Garrapata,
Fantomas, sin abandonar al Pato
Donald (por el tocayo!) más revistas como Sucesos y Siempre, especialmente durante el año memorable del
68, suena a lugar común, pero a mi si me tocó el espanto horrísono de
ésos días, en dónde algunos perdieron la
vida, otros la inocencia y otros ni se
enteraron de esa jornada. Estos últimos
continuaron su vida con las Olimpiadas,
que el gobierno mexicano realizó con brillo y esplendor para el país
(¡?).
Profundizando
en los trabajos de CFuentes seguí sorprendiéndome con su obra: La Región más Transparente, La Muerte de Artemio Cruz, Aura y muchos
libros que seguí leyendo, incluidos
algunos artículos en periódicos o revistas en que evidenciaba su capacidad y su
talento, para aquellos que quieran
recibirlo. En el número de mayo Nexos
publicó un relato de CFuentes, para mi
es relevante; si consideran
léanlo, si no, pos
no!
Un aspecto con
sesgo fue su apoyo a Echeverría, creo
que él también esperaba que el discurso del “compañero” fuera real y
honesto. Pienso que CFuentes también se
equivocaba y este fue uno de esos casos.
Durante mucho
tiempo, escuché y leí: comentarios, críticas, ataques y basura; y finalmente me quedo con que algunos
lectores seremos incondicionales, no de la persona, sino del talento y de
manera crítica podremos aceptar o no su propuesta; pero estoy convencido de que es un gran
escritor, un pensador claro, preciso y que comparte su visión ayudando a
entender lo que analiza y critica y en la literatura, el manejo del lenguaje y sus construcciones y
argumentos que literalmente, atrapan al lector. Reitero mi admiración por su obra y esto
puede sesgar la opinión; espero no
parecer ni reiterativo ni “taliban” o “testigo de Jehovah” sólo expreso lo que
creo.
No sé qué pensaba del Nobel,
si le hubiera gustado recibirlo,
si el reconocimiento, si los dólares, si su difusión en otros idiomas
distintos al español; si le era indiferente
o si “le valía”. Yo pienso que hubiera
sido un premio que reconociera su obra,
dado su valor universal y que otras personas de otras culturas
conocieran su obra. Sin embargo no se
lo otorgaron, el comité y sus aliados
sabrán por qué.
Finalmente el
mejor reconocimiento para un escritor,
de cualquier relevancia, es Leerlo.
Yo tengo varios pendientes de él, incluyendo el que estaba leyendo el de la
FIL: Cómo se llama? El Águila
Emplumada?, El Águila Sentada?, La Silla de Cristal?, cómo se llama? (le pregunto a mis
ayudantes, que es uno y que habla
felino!), El Banco del Águila?, bueno
como se llame, ése es otro de mis pendientes.
Espero que si
concuerdan con esta mención, lo sigan
leyendo o lo vuelvan a leer. Si no lo
han leído, dense una oportunidad de leer
alguna de sus obras, se
acuerdan de la burrada del Fots y del Abascal que hablaron (y mal) de Aura y
que creyeron que los (posibles) lectores no leerían el libro?; pero fue lo contrario tuvo una gran venta
por la publicidad –lo que
deben haber agradecido tanto CFuentes como la editorial y no
digo que compartan la opinión de los dos;
sino que es un libro breve pero igualmente significativo e importante.
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