Día del Maestro

Ser maestro es una de las labores más nobles del ser humano. Seguramente existe un maestro que ha dejado marca en la vida o se ha convertido en una inspiración para la vida personal y/o profesional.   Por supuesto que existen los del lado opuesto,   maestro que, consciente o inconscientemente pueden dañar, lastimar o marcar en algún(os) aspecto(s).   Sin embargo también son valiosos,   enseñan a lidiar con la adversidad,   pero sobre todo a superar el evento y a crecer.
Desde aprender a leer hasta entender algunas complicadas teorías, estos seres humanos dedican su vida a mostrar lo que uno sabe y vale mucho reconocer su labor.     Pero, ¿por qué se celebra este día?           En 1918, se llevó a cabo en México la primera conmemoración del Día el Maestro, el decreto fue firmado por el presidente Venustiano Carranza.
CURIOSIDADES EN EL DÍA DEL MAESTRO
Lo estados con más profesores son el Estado de México y el Distrito Federal.   Las entidades con menos maestros son Baja California Sur, Colima y Campeche.
Un 80% de los maestros, hombres, tienen escolaridad superior y un 72%  en el caso de las maestras.
En México hay un 1 millón 800 mil maestros, de los cuales un 61.3% son mujeres.
En México hay 27 millones de estudiantes.
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¿POR QUÉ SE CELEBRA EL 15 DE MAYO?
La propuesta pretendía que se instituyera un día en homenaje a los maestros y que fuera el 15 de mayo, fecha conmemorativa de la toma de Querétaro.
La iniciativa fue aprobada en 1917, y un año después se celebró por primera vez está fecha.   La iniciativa fue aprobada en 1917 y presentada por los diputados Benito Ramírez y Enrique Viesca, quienes propusieron al presidente Venustiano Carranza fuera establecido el 15 de mayo como día dedicado a los maestros, siendo decreto presidencial celebrar esta fecha como el día del maestro, conmemorándose por primera vez en México en 1918.
 Uno de los maestros más destacados en México ha sido José Vasconcelos, nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional Autónoma de México y por las de Chile y Guatemala. Fue llamado el "Maestro de América" y cada 15 de mayo se entrega un reconocimiento que lleva su nombre, a los maestros más destacados en México.
 “El trabajo de un maestro necesita de esfuerzo, paciencia, dedicación, compromiso y responsabilidad para poder educar, formar y orientar a sus alumnos”,  Anónimo.
Esta celebración varia de día según las naciones,    pero el Día Mundial del Maestro, instituido por la UNESCO, se celebra el 5 de octubre.
La Conferencia Interamericana de Educación (celebrada en Panamá en 1943) recomendó celebrar el Día Panamericano del Maestro el 11 de septiembre (fallecimiento del educador y presidente argentino Domingo Faustino Sarmiento).
Además de conmemorar la toma de Querétaro, para contestar esta pregunta se debemos recordar a un personaje central en la historia de la educación religiosa:   San Juan Bautista de La Salle,   quien fue un sacerdote y pedagogo francés innovador, que consagró su vida a formar maestros destinados a la educación de hijos de artesanos y de niños pobres de la época.
Así, la celebración a los maestros también se conmemora el 15 de mayo porque ese día, pero de 1950, fue declarado patrono especial de todos los educadores de la infancia y de la juventud y Patrono universal de los educadores por el papa Pío XII (1876-1958).
JOSÉ VASCONCELOS, UN MAESTRO EJEMPLAR
Uno de los educadores más destacados de México es el oaxaqueño José Vasconcelos, nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y por las de Chile, Guatemala y otras naciones latinoamericanas.
Fue también miembro de El Colegio Nacional y de la Academia Mexicana de la Lengua. Fue llamado el Maestro de América y cada 15 de mayo se entrega el reconocimiento que lleva su nombre, a los educadores destacados del país.
                              
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Las personas que enseñan o transmiten conocimiento son, en mi opinión, Maestros.   Así que además de los Maestros formales –los que asisten a la Escuela y nos transmiten conocimientos, hábitos, costumbres, actitudes y demás-  existen los que nos enseñan, transmiten conocimiento,  experiencias,  vivencias y todo aquello que pueda contribuir a nuestra formación, experiencia, conocimiento, crecimiento, mejora y puede ser una persona sin escolaridad formal pero con un gran cúmulo de vivencias y experiencias o puede ser una persona con altas calificaciones académicas:   posgrados, investigaciones, publicaciones, docencia y demás y ambas personas colaboran a nuestra formación con una mención o con un curso semestral o anual.
Yo recuerdo desde mi primera Maestra  Tomasita en el primer año de la Escuela Primaria quien a pesar de que inicié mis actividades como gritón de lotería,  hubiera querido decir que como tenor pero mentiría y en lugar de atizarme o mandarme a la zona más lejana de la escuela,   me “apapachó” y me encaminó por el buen camino:   los resbalones, caídas, desbarrancadas,  son estricta responsabilidad mía.   Después llegó la Maestra Rebeca,   estricta rayando en dura pero buenas enseñanzas.   Después Maestros normales.   En sexto un Maestro José Mancilla,  joven,  pero comprometido con su trabajo y con nosotros,   muy bien.   En todos los casos los Maestros vestían digna y apropiadamente:   Traje sastre las Maestras y Traje con corbata los Maestros.   Otra de las enseñanzas.
La secundaria fue un cambio sensible por el grado de responsabilidad que nos asignaron,   por los alcances de las materias,  por los cambios de nosotros y porque empecé a creer que era más grande y fuerte de lo que era en realidad.   Empecé a tomar decisiones, algunas correctas, otras no.   Pero empecé a madurar,   quisiera decir que a mejorar,  pero no sucedió así.
Siguió una etapa negra, corregida con el bachillerato Politécnico que fue otro cambio notable:   la docencia diferente, las responsabilidades intensas, las materias más complejas,   uufffff!
Finalmente la licenciatura (aunque Usted no lo Crea! Como diría el ínclito Ripley.) en dónde un cúmulo de Maestros –algunos buenos,   otros para el olvido,   pero todos aportaron-,   materias más complejas,  asignaciones más complejas, responsabilidades mayores y muchas más cosas MÁS.   Uno de los primeros Maestros buenos fue el de Química Inorgánica, Raúl Cortés,   la primera enseñanza fue:   Los libros útiles, actuales, mejores están ……………… escritos en Inglés!   Respuesta unánime del 1º C de IBQ fue Eeeeeeeeeehhhhh!.   La réplica fue: Les sugiero comprar un diccionario Inglés o Inglés Español y empezar si EMPEZAR.   Conseguí el Arturo Cuyás y el Webster´s;  más los conocimientos de la Srita. Conchita a quien mis padres le confiaron una parte de mi temprana educación.   Siguió una pléyade de Maestros,   como en botica,  pero con todos debimos estudiar o …….. reprobábamos y no sólo eran las clases teóricas y estudiar y los exámenes,   NO!   Estaban los laboratorios y las prácticas con sus respectivos Informes (no eran reportes,  porque el reporte es un chisme y además no estudiamos periodismo!,   eso decía el Maestro Hope!), los seminarios, las exposiciones y esto era adicional a la normalidad.   Y estaban los Maestros que preguntaban Qué están leyendo,   respuesta el Prescott (Microbiología Industrial) o el Faires (Termodinámica);   No,   un libro diferente;   A pus nada;   Lean otros textos que complementen su formación.     Y ahí empezaron lecturas complementarias;   al fin que teníamos un chorro de tiempo.   Otra vez el Maestro.
Ahí conocí a la Profesora Yoloxóchitl Bustamante,    despedida a finales del año pasado de la Dirección General del IPN.    Pero en la lejanía de la formación en Bioquímica General fue una experiencia distinta:   puntual, exacta, precisa,   con clases extra Bioquímica de los primeros encuentros con la realidad del país,   excelente.   Para mí siempre será una Profesora excepcional de grandes e inmejorables recuerdos.   
Al final de la Licenciatura,   uno de mis sinodales  que fue otro Maestro en el 5º semestre,  sentenció al final de mi aprobación:   Ya tienes licencia para aprender!   Él se refería a las cosas de la vida real,   me tocó aprender del modo difícil,  pero como dijo Pancho:  Dats laif,   por supuesto Sinatra y recuerden que no hablo inglés,  sé leer y traducir pero nasta ahí.
Luego los Maestro informales,  desde el que me descubrió tempranamente,  dijo un día:   Ingeniero,  usté es un pendejo!   Hasta el que me dijo:  Sabe mucho de la escuela,   pero de esto (la práctica del enlatado) le falta mucho –en la fábrica de infausta memoria me llevó casi un año empatar la práctica con la teoría-,   pero si aprendí! (la práctica).
Luego llegaron los Maestros de otros niveles,  en extranjia y en el DF (Si me entiendeeeees, nooo?).   Maestro formadores,   transmisores de conocimiento y algunas vivencias y experiencias.   Memorias simples.
Así pues tengo una gran deuda con los Maestros desde los primeros que fueron Mis Padres,   pasando por la larga lista de Maestros formales e informales,    en el complejo proceso de aprendizaje que nunca termina, al menos lo intento.
Para todos mis Maestros,  Muchas GRACIAS!   Tengo una deuda muy grande,  he intentado transmitir conocimiento pero mis muchas limitaciones lo han limitado,   espero que mi hija,   se convierta en mi alumna y a su vez inicie su formación como Maestra!


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